Momento histórico para Almodóvar
Mi experiencia en Roma…
¿Qué se le puede pedir a Roma, ciudad eterna, única, irrepetible?.
¿Qué se le puede pedir al Vaticano, lugar solemne, sagrado y santo?.
¿Qué se le puede pedir a un Doctor de la iglesia, con su sabiduría y su reconocimiento universal?.
¿Qué se le puede pedir a un pueblo entregado con emoción, embriagado de su SANTO?.
Pues todo esto confluyó el día 7 de Octubre, en la plaza de San Pedro, en el Vaticano. Estar en la ciudad eterna, en el nombramiento de San Juan de Ávila como Doctor de la Iglesia Universal, reconociendo la sabiduría, la valía intelectual a nivel universal de uno de nuestros paisanos. Todos los que allí estuvimos emocionados por vivir ese momento histórico…., nunca antes el orgullo había sido un sentimiento tan bueno dentro de mí.
Durante el fin de semana se vivieron momentos únicos e irrepetibles, la alegría de pasear por las calles y plazas de Roma y encontrarte con tus paisanos, es otra manera de vivir ROMA y de vivir este momento; la llegada a la Basílica de Santa María la Mayor, de los obispos españoles y de todos los que veníamos desde Almodóvar y desde Montilla, donde están sus restos; la vigilia del sábado, escuchar el himno del San Juan de Ávila, tantas veces cantado pero que diferente sonaba, tan fuerte, tan solemne; el oír, las palabras de nuestro obispo, hablando del San Juan de Ávila, recordando su vida, su obra y su merecida proclamación como Doctor.
Y llego el gran día, el domingo 7 de octubre. Desde muy temprano estábamos esperando para entrar en la plaza de San Pedro y ocupar un lugar preferente. No supuso ni esfuerzo ni cansancio, las caras eran de alegría esperando poder pasar. Desde esos instantes hasta la conclusión de la ceremonia y sobre todo durante la proclamación del Doctorado por parte de su Santidad el Papa Benedicto XVI, los sentimientos que se vivieron fueron únicos, irrepetibles e inexpresables. Que un almodovense, como este maestro, que tanto ha aportado a la iglesia universal, sea uno de los nuestro, nacido en este pueblo al que queremos, es algo que nos llena de ORGULLO y a la vez nos tiene que hacer reflexionar sobre un modo de vida, más humano, más cercano, de ayuda a los demás, ¡QUÉ EJEMPLO NOS HAS DEJADO!!!!!!. GRACIAS SAN JUAN DE ÁVILA.
Mi experiencia en Roma…
¿Qué se le puede pedir a Roma, ciudad eterna, única, irrepetible?.
¿Qué se le puede pedir al Vaticano, lugar solemne, sagrado y santo?.
¿Qué se le puede pedir a un Doctor de la iglesia, con su sabiduría y su reconocimiento universal?
¿Qué se le puede pedir a un pueblo entregado con emoción, embriagado de su SANTO?.
Pues todo esto confluyó el día 7 de Octubre, en la plaza de San Pedro, en el Vaticano. Estar en la ciudad eterna, en el nombramiento de San Juan de Ávila como Doctor de la Iglesia Universal, reconociendo la sabiduría, la valía intelectual a nivel universal de uno de nuestros paisanos. Todos los que allí estuvimos emocionados por vivir ese momento histórico…., nunca antes el orgullo había sido un sentimiento tan bueno dentro de mí.
Durante el fin de semana se vivieron momentos únicos e irrepetibles, la alegría de pasear por las calles y plazas de Roma y encontrarte con tus paisanos, es otra manera de vivir ROMA y de vivir este momento; la llegada a la Basílica de Santa María la Mayor, de los obispos españoles y de todos los que veníamos desde Almodóvar y desde Montilla, donde están sus restos; la vigilia del sábado, escuchar el himno del San Juan de Ávila, tantas veces cantado pero que diferente sonaba, tan fuerte, tan solemne; el oír, las palabras de nuestro obispo, hablando del San Juan de Ávila, recordando su vida, su obra y su merecida proclamación como Doctor.
Y llego el gran día, el domingo 7 de octubre. Desde muy temprano estábamos esperando para entrar en la plaza de San Pedro y ocupar un lugar preferente. No supuso ni esfuerzo ni cansancio, las caras eran de alegría esperando poder pasar. Desde esos instantes hasta la conclusión de la ceremonia y sobre todo durante la proclamación del Doctorado por parte de su Santidad el Papa Benedicto XVI, los sentimientos que se vivieron fueron únicos, irrepetibles e inexpresables. Que un almodovense, como este maestro, que tanto ha aportado a la iglesia universal, sea uno de los nuestro, nacido en este pueblo al que queremos, es algo que nos llena de ORGULLO y a la vez nos tiene que hacer reflexionar sobre un modo de vida, más humano, más cercano, de ayuda a los demás, ¡QUÉ EJEMPLO NOS HAS DEJADO!!!!!!. GRACIAS SAN JUAN DE ÁVILA.